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¿Están en peligro todos tus archivos online?

Ya se han perdido 6.000 millones de imágenes de una red social muy conocida

Fecha de publicación: 3 de julio de 2024

Por huella digital se entiende el rastro de datos que se deja mientras se usa tanto Internet como aparatos electrónicos, incluyendo e-mails, imágenes, vídeos, documentos de texto… y se cree que es algo que no desaparece, pero, ¿realmente es así?

Quizá te acuerdes de aquella foto de un gran recuerdo pero que ya no sabes dónde está, o de ese vídeo con el que tanto reías pero un día dejaste de ver y no encuentras por ningún dispositivo. Esto es algo que en 2017, muy probablemente le ocurriera a los usuarios de Tuenti, la mítica red social, la cual cerró de manera definitiva. Con su cierre se llevaron más de 6.000 millones de fotos de infinidad de usuarios. La empresa notificó de que esto iba a ocurrir y brindaron la oportunidad de rescatar los documentos, pero muchas personas no lo hicieron.

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Este no es el único caso porque, gracias al estudio hecho por Pew Research, se sabe que el 38% de las páginas web que existían en 2013, ya no existen, y con ellas también han desaparecido infinidad de datos y recuerdos.

Todo esto hace pensar en si los archivos del presente están en peligro y la realidad es que no es al 100% seguro que vayan a permanecer siempre, pero con empresas como Google, se puede confiar en que los archivos no desaparezcan. No obstante, un ciberataque bien trazado, como los que están ocurriendo en los últimos meses pueden hacer que una cantidad inimaginable de datos desaparezca.

Por lo tanto, mejor prevenir que curar, por lo que te dejamos los pasos para guardar bien tus archivos: 

  1. Identificar todos los contenidos digitales que tienes y dónde están.
  2. Elegir los más importantes y exportarlos si es necesario.
  3. Organizar el material con sus respectivos nombres y una estructura clara.
  4. Hacer copias. Se puede aplicar la regla del 3-2-1, al menos 3 copias de los datos, usando al menos 2 formas de almacenamiento y con al menos una copia física.

Otra opción más tradicional, para el caso de las fotos, es la impresión de fotos de forma física, y con ellas hacer distintos álbumes.

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